Hacia la hondura celeste
perdiéndose en la luz
el aguilucho oscuro
vuela.
Con las alas inmóviles, gira
en las transparentes
espirales del aire.
La lenta trayectoria
circular
lo convierte
en un reloj extraño :
mide tiempo y distancias.
Las horas que me faltan
para verte,
las leguas que separan
tu risa de mi pena.