I
Por alta, por clara, por bella,
ella
como estrella
de mi vida es…
Con mi amor doliente,
yo soy simplemente
como un abismado y absorto ciprés.
II
Somos dos seres absurdos
entre el montón de palurdos
que ves.
Como tu imagen es bella
y mi alma es toda de ella,
motejaron a la estrella,
lapidaron al ciprés…
III
Qué con tu divina túnica
mi orfandad abrigarás,
-¡oh, Incomparable y Única!-
yo no quiero saber más…
¿Qué nos robará la suerte,
vida, sueño, dicha y paz?...
Que eres mía hasta la muerte…
¡No sé más!