EMPATÍA

A Mariano López

 

Muchas estrellas caían

en las noches desveladas

de Paso de la lana.

Caían a intervalos

imposibles de medir como sabemos.

Iban cayendo, sin embargo,

con la frecuencia exacta

para que pudiéramos pedir un deseo

y tuviéramos tiempo

para pensar en el siguiente.