BAJADA DE LA CRUZ

Nunca el río ni los aires

                             oyeron

tan dulce guitarra.

Ni cementerio alguno

ahogó así

ensangrentados gritos

entre el vino alzado

y la gracia rubia

sobre inquieta canoa.

Ni otras velas temblaron

ante el oscuro manto        

del amor despenado.

 

La Paz  (e/ríos)  -  1978