Hemos celebrado
el congreso sudamericano del temor.
Hemos visto colonias que se liberan
y metrópolis que abandonan a sus colonias.
Vayamos todos
contra el miedo de las semicolonias.
La esperanza es magnífica,
no nos alejemos.
En la opción por los pobres
por tantas hambres
jamás compensadas
desaprendamos a depender.
Bien lo decía el amigo Nacional:
no es suficiente con cambiar de collar.