Poco a poco olvidó
que el aire es nuestro.
Luego anidó su eternidad
con pulcros magistrados
y en estupendos equilibrios
fue gerente.
Supe un día en la escalera
que murió en el ascensor
mientras subía.
Poco a poco olvidó
que el aire es nuestro.
Luego anidó su eternidad
con pulcros magistrados
y en estupendos equilibrios
fue gerente.
Supe un día en la escalera
que murió en el ascensor
mientras subía.