Guardas la memoria de otro tiempo
en tu río ancho, en tus pastos quietos
Tus ramas descubren alas azules
cuando me alejo.
Si la luz se apaga, el monte avanza
en silencio
Si el sol nos abraza, se arrastra el camino
cruza en su empeño.
Misterio que trepas te escondes
en las palmeras del viento,
no dejes que otros caminos
quiebren tu ensueño.
Toda tu espesura
arrulla los días de nuestros abuelos.
Tu espesura de arroyo
me absorbe en la tarde
y me devuelve sin tiempo.
Así te dejo
así te llevo
así te nombra
mi canto nuevo
Así te habitan
tierra y sendero
del ancho cielo.
Y un río que trae
La vida nueva
Y un río que lleva
Tibios anhelos.