MIRADAS

                                                                       

Desprendida,
la hoja balancea
en el aire del otoño
su levedad dorada
y mis ojos la piensan melancólica.
Ella, al tocar el suelo,
tiene un punto de vista diferente:
ve un hombre solitario que detuvo su andar.

Cada mirada ansía
develar un secreto en lo que ve.
Yo me digo: ha perdido la alegría.
¿Qué dirá ella de mí?