HILANDO LETRAS

hay días en que te me presentas

dócil, con ganas de jugar

de recibir caricias

y me miras a los ojos

con tus ojos como de agua

y sé lo que sientes

porque sabes lo que estoy sintiendo

y te me tiras a los pies

mientras me arrodillo

y me dan ganas de apretarte

no por maldad, si no por sentir.

 

Hay, otros días de los que

quisiera no hablar

solo me haces rezongar

e intento corregirte

pero es más grande tu tristeza que mi enojo

entonces me planteo muy seriamente

la existencia o no de los equilibristas

cómo puede ser posible

que existan seres tan perfectos en su andar

 

y así, lleno de dudas y temores

me voy a la cama

 a buscar el refugio de

una luz muy tenue de lámparas de sal

allí entre sábanas revueltas y resueltas

ropa interior, libros, cabellos exiliados

y finales de silencios

descubro que es posible

poner nombres a la musa

hilando letra por letra

así, hasta llenar la habitación

de pájaros transparentes

naciendo en tus ojos

Mariana.

 

Inédito, Colón, Entre Ríos