NO

no soy

es decir, soy todo lo que no soy

 

no soy Allen Ginsberg ni Walt Whitman,

no fui ni nunca lo seré, pero lo intenté:

anhelé la santidad con los pies desnudos

lastimé mis ojos, destruí mi alma

extremé todas las posibilidades

y no me arrepiento

fui puro hasta que aprendí las contradicciones

leí la vida de todos los santos

vi la muerte en los zapatos de un extraño

amé y mentí

fui huérfano

fui un soberano

tuve toda la fortuna del mundo

lo que tuve, lo di

con las manos y olieron a hierba

(¿qué hiciste con tu vida?-preguntaron-

coseché naranjas

¿qué hiciste con el aburrimiento?

naranjas coseché)

también

gasté todas mis virtudes contra puertas cerradas

desprecié el arroz frío

no me hice entender

ojalá hubiera tenido más de una vida, una

se la hubiera dedicado a mi madre

ojalá hubiera tenido todas las contraseñas del mundo

 

fueron tantas

tantas

cosas

absurdas:

la miel untada, los duraznos calientes bajo tierra

a veces gritar y callar para que todos los idiomas me entendieran de una vez

copiar sin culpas (con culpas), hacer preguntas estúpidas

practicar primeros planos con películas de Bergman

leer

observar

histéricas lectoras

devotas de Pizarnik

pronunciar mis oraciones, encontrar la salvación entre palabras terminadas en –mente

evidentemente, toda vida es un proceso de demolición, ¿no?

 

Oh dios, ora pro nobis

 

estoy aturdido

estoy tan cansado como carne sobrealimentada

mi problema es que pienso demasiado, mi mente es una bestia suelta en una habitación

no me pregunten

las noticias alertan que somos demasiado

y estamos que estamos solos

recibo mensajes que nunca responderé

ofertas que jamás aprovecharé

tengo sueños vacíos rellenos con manchas de humedad

tengo sueños, sí

last night i dreamt that somebody loved me

hoy, 17 de febrero cumpleaños veintisiete:

no logro escribir el poema mientras la música arrasa con las multitudes

¿acaso esto se trata de una broma neurótica?

¿sos vos?

¿a qué hora murió Jesucristo?

no importa, dirás adiós de todos modos

porque a vos te hablo

 

(todavía recuerdo como leías

con gestos verosímiles

tu divinidad era verosímil

tus pies encogidos también eran verosímiles

es que a veces duele

y es que a veces ¿cómo puede soportarse?)

 

La belleza es

                         una ciudad abandonada

                         un cielo quemado, la noche

                         las flores rotas del ciruelo que encontré en mi imaginación después de haber                                                 

                         cenado huevos cocidos sobre la cama en el jardín

 

En fin

no soy

nada soy  y llegué más rápido que cualquier otro a ningún lugar.

Amén.