MI BORRACHERA

 
Mientras el olvido aprieta mi pulso, el olvido se adueña de mi alma.
Y esa permanencia es más fría; busco en esta neblina histérica tus huellas.
Mis ojos se ven emparentados con tu perfume, que esta pegadísimo en la almohada y lo respiro.
A veces muero dormido en mi imaginación, como en el fondo de un abismo buscando reflejarme en tu rostro.
Las lágrimas suspiran en mi fiebre y el aroma del sudor me hace lidiar con el maquillaje que se desflorece en este eclipse de vigor.
Se detiene la hora del tiempo en la salada humedad, que es dolorosa, en tanto las sonrisas no fluyen.
Se encendieron los sentidos para esta noche sin chance vulgar; aprecio el vacío sobre mí, buscándola, sombra que oscurece el peinado multicolor de su éxtasis.