Comiendo misterios del buen comer, es tu disfraz con mucho simulacro. Eres la bestia y el rehén de su libertad, el engranaje de fortuna del temblor son tus manos.
Eres el corderito del gran festín de hoy, maquillado con demasiadas pinceladas.
Eres la orgía de la muía del presente, sangrando hormonas en cada esquina en la anestesia del doctor fiel.
Eres el reo del lacrado mundial y los novatos hacen fila; para el futuro son deseos en masa.