LA BUENA LEY

 

En la mañana rubia del sol que ya despunta

el pastor desparrama la bondad del ganado;

y el labriego en la ruda faena del arado

mimetiza su buena voluntad con la yunta.

 

El campo la ley buena del trabajo trasunta;

Dios está en la esperanza del gran predio sembrado;

y la fe de ese pueblo sin mancha y sin pecado

obedece al gran amo que quién es no pregunta.

 

Fresca como un capullo florecido en la aurora

vuelve del tambo alegre la linda ordeñadora

y es toda ella el compendio de la eterna armonía.

 

Mañana será el vientre fecundo de la madre

florecido en el hijo, que en el nombre del padre

ganará honradamente su pan de cada día.