Sus leves alas de color rosa
Tiende la primavera,
Y su bella diadema de esmeraldas
Recobra la pradera.
La nieve de los montes se consume
Las campiñas verdean,
Salta el arroyo, el céfiro murmura,
Las aves aletean.
Todo es luz y perfume y armonía
Todo es música grata;
En el manso cristal de las corrientes
El cielo se retrata.
¡Primavera del alma! También eres
Florecimiento y vida:
Enjambres de quimeras juguetean
Con el alma dormida.
También eres perfumes y armonías,
Bella copia del cielo,
La flor del corazón se abre al impulso
De misterioso anhelo.
Oh! ¡Quién pudiera encadenar tu paso,
Bendita primavera!
Y hacer eterno el sol de la esperanza,
Inmortal el verdor de la pradera.