soy
quien cuida tu ausencia
me siento a corroborarla
a la espera de un indicio
que la contradiga
cualquier día mis ojos
clavados en tierra baldía
van a arrancarte de la semilla
donde planchás distante
una siesta litoraleña
será un nacer doloroso
la tierra se conmoverá
en un desgarro vivo
y deberás juntar fuerza
para abrirte paso
a través de la herida