como un gallo que canta
sólo porque el aura
le pone el grito al cuello
papá mira el reloj y grita
mate
sin develar
al menos con la mirada
a quién dirige su aviso
de que pronto vendrá a templar
el agua
a la temperatura justa
y repartirá un sorbo
a cada habitante de la casa
para quienes cuerpo y termo
son el núcleo andante
de un archipiélago cuyos puentes
caídos
juntan polvo
al fondo de la baulera