el cielo raso como punto de fuga
mientras se van bebiendo las gotas de agua
que nacen de los ojos
el cielo del mar como límite al horizonte
mientras se van bebiendo las gotas de lluvia
que a los ojos llegan
el cuerpo húmedo parece fundirse
en una mansedumbre de arena
hasta que una a una las gotas
bajan a la boca
y regresan a su sitio:
al mar de adentro
al agua insomne
de la que estamos hechos