Los ojos vacíos de sentimientos desolaron laderas, la insensibilidad estéril sobre caricias viejas no podrán escapar a su destino de averno. Mares, lunas, tormentas blandas, tibieza en sentido final que no me libran del miedo, se hacen hierro como un soplo divino que remite y sostiene la decencia. Serán los azares de noviembre, cuando las verbenas florecen en esta verdad llena de razón, inapelable, en un laberinto incierto lleno de cuaternidad.Un puñado de estrellas titilando, para quedarse prendidas en mis labios, encadenado en el susurro del viento, quejido de voces extrañas . Acaso no la sientes, siempre lamiendome el latir incinerado en llamas de mis dudas.
De "Somos creativos" (2019)