Era, en una foto en blanco y negro
en la que está idéntica.
Sin embargo, todavía lo es:
La Loren también envejeció.
Y su belleza perdura.
¿O el paso del tiempo arrasa con todo,
incluso con la belleza?
Seguramente si te lo preguntara, madre,
me dirías que sólo a través del espíritu,
ese soplo que nos vuelve etéreos
(pero no inmortales)
o, más bien, no dirías nada, sólo
me devolverías una tenue sonrisa.
Bien bien, estoy bien…decís
con ese tono cansino, triste o neutro,
y no agregás nada más;
cuando te pregunto por tu salud
o tu estado de ánimo.
Sé que sufrís como los estoicos,
en silencio, como los antepasados
de Pavese, que también son los tuyos.
"Ma' e questa la vita, senza parole,
senza expresion?
Chi lo sa? Lo sai voi?
Forse, forse, forse,
que es como decir: fuerza, fuerza, fuerza…
Y eso es lo que te impulsa, mamá:
una fe inquebrantable por la vida
y lo que quisiste dejar a tus hijos,
aun a costa de volverte casi invisible:
para vencer cualquier penuria,
los miedos de la infancia,
las angustias del futuro.
El amor de una madre por sus hijos
no siempre es sagrado,
pero el tuyo siempre lo fue;
per questo io ti voglio molto bene
e sempre.
Mamma: también yo estoy viejo
y te voy alcanzando, pero nunca
ni por asomo fui Marcello;
apenas un aire a De Niro
en Taxi Drive, y casi tan loco
como ese personaje.
Estoy orgulloso de que sigas siendo
Sofía Loren, y tan bella como siempre.