Cactus

No puedo cuidar mi cuerpo

No puedo regar tus cactus.

Me aburre despertar así

sintiendo el vacío

entre la niebla y el rocío

Van semanas enteras

en las que andamos como zombis.

Nos rozamos y largamos chispas,

que mueren

al instante.

Mayo parece no haber terminado

Todos estamos cansados.

Nadie está dispuesto

a prestar su hombro por un rato, tampoco yo.

Es que me agota el mundo que creamos, que todo se repita tan cíclicamente.

Parecemos no haber aprendido nada, haber crecido tan poco.

Perdón si no hoy no estuve, si ayer huí.

Si mañana me abrazo a mi tan fuerte

y no regreso

nunca más.