"La memoria coloreada"
Por Diego E. Suárez
Tomado de http://www.litoral.com.ar
"Ragas", de Juan Meneguín. Ediciones Último Reino, Buenos Aires, 2006.
"Alguna vez aquí saltaban los salmones,/ la luz en los perfiles de plata/ y aquellos viejos que todavía no eran viejos/ sostenían las brazoladas en dedos como azadas...".
Con estos versos, Juan Meneguín nos introduce en el misterio de las connotaciones de sus "Ragas" (agotadas en su primera edición de 1991, y ahora reeditadas en Buenos Aires). Y ya en ese comienzo se percibe el susurro del sonido permanente -vadi, en el arte musical hindú- que será la vértebra de cada raga: la memoria ("Desprecia siempre la amnesia. Siempre", solicita el poeta en "Papel España").
Éstas son algunas de las notas que gravitarán en torno de la memoria: la inmigración; el Proceso y Malvinas; la naturaleza que sucumbe bajo el peso del cemento y el plástico; el espíritu provinciano que sucumbe bajo el peso del capitalismo y la globalización. En este paraíso perdido, "Ubi sunt" es la pregunta clave.
En su caudaloso fluir melódico, cada poema va entretejiendo un recuerdo, un souvenir, un phantasma, tal y como lo entendían los griegos: algo que hace pensar en otra cosa; en este caso, se trata de algo que conduce al lector a la reflexión sobre un pasado que impacta y se proyecta en el presente de un modo irremediable.
Según los entendidos, el término raga deriva de una raíz sánscrita, ranj, que significa "colorear con emoción". Eso es, justamente, lo que Juan Meneguín hace con la memoria: colorearla con amor, con dolor, con nostalgia, "porque esta luz no es más aquella luz" ("Lanthanum"); pero, también, con los matices de la esperanza, cuyo refugio está en las pequeñeces que se magnifican ante la percepción del poeta, volviéndose indicios de inmensidad: "el vientito suave trae/ las campanadas de una capilla lejana/ en las fosas nasales la flor del aromito// el lapacho florecerá de nuevo/ y habrá doradas cazando en las correderas// entonces, como otros veranos,/ la Luna madura las naranjas de este verano.". Sólo basta sentir ese vientito, oír esas campanadas, ver esas naranjas bajo el claro de luna, para comprender que son parte de la sinfonía universal.
Ragas: rememoración del pasado, visita a una memoria que se mantiene al margen y en silencio.