Nunca podrás herir
sin herir tu reflejo.
Aunque dispares tu flecha muy, muy lejos;
inexorablemente, el blanco será tu corazón.
Tu corazón sin límites.
Nunca podrás herir
sin herir tu reflejo.
Aunque dispares tu flecha muy, muy lejos;
inexorablemente, el blanco será tu corazón.
Tu corazón sin límites.