Cuando Lo Real pese mi corazón
en la balanza, pondrán en el otro platillo
el plumaje de un pájaro que se murió en el aire.
Mi corazón está tan oprimido
que no le queda sangre.
Es sólo un pétalo que flota
en la luz de la tarde.
Cuando Lo Real pese mi corazón
en la balanza, pondrán en el otro platillo
el plumaje de un pájaro que se murió en el aire.
Mi corazón está tan oprimido
que no le queda sangre.
Es sólo un pétalo que flota
en la luz de la tarde.