(Inédito, enviado especialmente para la página de Autores de Entre Ríos)
Quién agota la realidad, quién la centrifuga con palabras
y se aboca al suceso con la obscena minucia obsesiva del entomólogo,
del que fabricó ese repuesto de pieza inhallable.
Quién se adjudica tal cosa y se arroga el derecho de discernir
lo que traducción no tiene, ni aparición cierta.
Si todo sucede como una oreja que tiembla y no sabe
de dónde viene el sobresalto, a qué origen se refiere la intuición
que lo sorprende, para continuar después tranquilamente pastando
en una realidad cómoda y abundante de pasturas indiferentes.
Quién saca provecho del ocaso de las especies de cortas memorias
cuando sabido es que son incapaces de retener un solo verso.