De La canción que más nos gusta (2015)
Colocó la ropa en el balde,
caminó al fondo del patio.
Bajo la mirada de las montañas
tomó las prendas con ambas manos
para doblarlas con mayor comodidad
y escurrir el agua que aún quedaba
entre las fibras.
Estiró los brazos
así las gotas
no caían
sobre
sus pies.
El frío caló los dedos.
Todo lo hace
con la tranquilidad
que propone el paisaje.
El sol resplandece gris
detrás de las nubes
que ocultan los cerros
más lejanos.
Debe asegurarse
de que la ropa
quede tendida
de manera segura
por si alguna ráfaga de viento
quiere vestirse
durante la tarde.