La pieza está levantada
en el medio del baldío, es un cuadrado
blanco que brilla al despegue de la luz.
De mañana el sol da al frente
y los quince habitantes se doran
recién levantados, en el espacio
reducido que les queda para pararse.
Cuando se cansan de la altura
a la que llega el armatoste
circular sobre sus ojos, lejos
de plantar un árbol, se marchan
para el fondo, amontonándose
en la sombra que les sabe dar
la generosa habitación.
De La prefabricada (2009)