POSTAL DEL DESAMPARO

De “Postal del desamparo” (2018)

 

¿Quién de todos ellos, quién?

Tal vez el que incendió el mar

para atrapar la luna

o el que dejó caerse

hasta el cansancio

por encontrar un nombre.

Cualquier nombre.

El del giro lingüístico tardío.

El que no incendió el mar sino la mar.

El que dejó sus huellas dactilares

en un juzgado de provincia,

en la desolación de los pasillos

en donde mueren los condenados.

Los condenados a seguir

en el verde pasillo de los días.

Los que aman lentamente

pero se van de un golpe.

Los que callan el fuego,

ese ardor entre ojos.

Los que no tienen días

ni agenda ni equipaje.

Los que no han ido a Europa

nada saben del río.

El mar es otra cosa dice el juez,

es coser expedientes

con la mano extendida

y retratar la muerte antes de hacer el viaje.