Ahora que me gusta una chica
no me duelen
las hormigas coloradas,
son como chichoncitos de risa
para mi piel las ronchas,
como airecitos de sol,
pancita de empanada,
como flores que se acurrucan,
se apimpollan de frío,
como tortugas
debajo de la servilleta
o escondidas en el trapo de piso.
Que me ataquen
todos los mosquitos,
que me muerda un perro
y una víbora a la vez.
Ahora que me gusta una
si me llego a morir
ni cuenta me voy a dar.
(De Superjardín)