La pileta del fondo de mi casa
sigue armada, lejos
quedó la primavera, el verano,
el calor sofocante
que nos llevaba a tirarnos
de cabeza al agua fresca.
Lejos quedaron las ganas
de llenarla, de estar mojados
pensando en playas
y mujeres hermosas.
Pero, sigue armada
en el fondo, resiste
entre hojas secas,
agua sucia verde,
resiste en el viento de invierno,
a veces, alguna tormenta
la limpia y me ahorra
el trabajo que debería hacer.
De vez en cuando, mi abuela se acuerda
y me dice: Ariel, cuándo vas
a desarmar esa pileta?
Mañana nona, mañana.
De La pequeña verruga (2009).