A mí me gusta trabajar
en una empresa mayorista,
estar nueve horas diarias ocupado,
encerrado en un galpón
sin ver el cielo,
desconocer el movimiento
dormido de las nubes.
Me hace muy feliz
acomodar 600 cuadernos
de 24 hojas en un anaquel
de 2 metros por 80 centímetros,
establecer el orden de las cosas.
Acá yo soy el que acomoda todo:
tengo el poder de ponerle
un destino a los objetos,
en vez de estar minutos y días
frente al escritorio
mirando cómo un espiral se extingue
con su luz hacia el centro.
De La pequeña verruga (2009).