Me dijiste que amar no admite adjetivos.
Volvemos a la alfombra con tierra en las manos.
La tarde se oculta y el cielo se descuelga
cae
sobre la última gramática
que enterramos bajo los naranjos.
Me dijiste que amar no admite adjetivos.
Volvemos a la alfombra con tierra en las manos.
La tarde se oculta y el cielo se descuelga
cae
sobre la última gramática
que enterramos bajo los naranjos.