Estar en soledad y creerse tranquilo en ese estado
es como dejar encendida la radio que no te gusta
aunque esté sonando Color Esperanza.
Es funesto.
Pero a la vez,
es lo que somos.
Sin clemencia.
Es como firmar un pacto
con la maldad,
y quedarse irresoluto.
En ocasiones, cuando el amor
viene con instrucciones en persa,
los cercanos están a un millón de años luz,
y la vida se torna televisiva,
suelo estar en unaciénaga.