así hablaba Sofía
con estas palabras
de un nunca quizá calando
en la imprecisión de su lenguaje
si fueran escritas
en esta aurora perfecta
sin disturbios de vientos
ni estridencias en esta debilidad
que es confusión
espera que
no dice nada
como juego de espejos
vamos en séquito
de brumosas palabras
aliadas por su oscuridad
que vuelven y ella aun esperando
con esa campanita
del entretiempo
entre los dedos
de las manos
así Sofía pudo trazar el mapa
de la nuca de la que
nunca se detuvo
dejó atrás su país
con los ojos lastimados de viento
y su lira y su canto despejaron
los vapores negros
de su boca