nada hay que pueda
ser tirado al mar
que no vuelva siempre
no es como tirar piedras
a la corriente del río ¿quién
pudo invitarte a eso Sofía?
estar así frente a un mar
de espaldas al faro que mira lejos
fuerzas que fueron antes
y aún encontradas
después de subir largas rampas
a llevar la leña
de un fuego que será
unos instantes en su cima
en su cada noche en vela
de aquel que mire y vea