Tu boca se abrió
como una flor rebosante
de agua y luz
tu aliento perfumó mis sentidos
y nublando la razón
me sopló a sideral vuelo
la iridiscente llama de tu ser
se cubrió con purpúreo cuerpo
y me sentí tentado
a hacer de tus pétalos
mi sacramento
hoy tu distancia
se anuncia en mi pecho
con el graznido de una garza
y la luna
sola
ondulante en las aguas
de mi memoria
***
Me acerqué
con tu Palabra
al perfume de los jazmines
buscando un lugar en la belleza
en tu pecho
en tu corazón siempre lleno
y siempre receptivo
siempre desbordante...
y unas gotas
de tu gracia
cayeron
en este desierto
en busca de semillas
y raíces
que claman
con tu sed