Mamá empolla huevos
lo hace como lo haría
una gallina en su cama.
No sé de dónde saca tantos
Pero ella se sienta y calienta el lugar.
Va como caballo salvaje
hacia cualquier llanura
arremanga sus pantalones largos
y corre toda el agua que es capaz
de comerse la maleza.
Mi madre es todas las madres
de los animales que fui.
*
¿Qué queda de una familia?
A veces pienso que solo hojas
del árbol que fueron
como el gomero de casa
al que nunca pude treparlo todo.
Mamá no llora.
Tres días después del entierro
caminamos por la costanera
y dijo con esos pasitos suyos,
después de la muerte de mi madre
la única certeza que queda
es mi futura muerte.
Mamá no llora
Lastima no poder levantarla,
Busca su caja de Pervinox
y decirle, ya pasa hija, ya pasa.
*
Afuera un día hermoso
Acá dentro, un vacío.
La muerte no entra en el cuerpo,
queda flotando en el aire
y uno no sabe que parte agarrar.
Estoy lejos
y no pude despedirte.
A las dos de la tarde salgo en auto
para llegar directo
a una funeraria. La casa Dri.
Hay una cascadita allá con ese nombre,
es un lago hermoso a dónde íbamos.
Ahora recordá lo lindo, dicen,
pero si me acuerdo
entro a zambullirme
en ese lago donde nadamos juntas
y dudo que quiera aprender a flotar.
No creo más en el cielo, abuela.
¿Vuelvo a creer?
Para pensar que estás vida en alguna parte
con esos pelos blancos
que tanta vida llevan.
*
Un año atrás
invité a mis abuelas a merendar.
Fue el último día que estuvieron juntas.
Hubo sol.
Una leía un artículo larguísimo de Neruda
la otra daba vueltas la cuchara sobre el té.
Pidieron una porción de budín
que compartieron en el medio de la charla
como si estuviesen abandonadas por el campo
Con todo el verde por delante.
Yo solo pude ver
cómo pasa el amor ante nuestros ojos
y se lleva a cambio
pedazos de vida.