Bevlin
Corrió diez años atrás de un camión
recolectando residuos, limpiando el cuerpo
que ensuciaba el fin de semana.
Junto a la mujer
llegó la planta permanente
y el cambio de trabajo.
Quietito está ahora cerca del río,
los amigos no consiguieron más
que la muerte y sus cenizas
cayeron sobre el Paraná.
En una de esas se pegaron
a las escamas de una boga
y volvieron a ser parte
de un cuerpo con vida.
Con la ausencia de los socios
mudó de personas la alegría, su mujer
le dio un hijo y él le dio una carrera.
A veces él va a esperarla a la salida,
el negocio de mi vieja le queda de paso,
para, le muestra cómo va creciendo el niño
y la ayuda a poner la reja.
Cuando la veo me relata esos encuentros.
Lo vi a tu amigo de las épocas oscuras,
está pelado, tranquilo y responsable;
ojalá vos hicieras lo mismo.