PAPEL QUE FLORENCIA DEJA EN SU CASA AL IRSE Y QUE ME ENTREGAN LUEGO

 

            Querida:

           No sólo guarida sino isla donde me sumerjo y respiro, aliviada de todas mis tensiones, isla donde me tiendo sin violencias totalmente abandonada, aguardando, aguardándome, y cuando vuelvo a habitarme recobro mis voces antiguas, cantos que vienen de lejos, vibraciones diferentes y me quedo en acecho, vigilante, guardando las puertas de mi ciudad que sólo usted conoce, para que nadie entre después de nosotros.

 

                                                   Flor.