TOMÁS MORO VIEJO NOMÁS

 

 

Sucede que algunas mañanas

aparezco en el zaguán

hermanado con la vida

y al llegar hasta la esquina

viejo cana o dos colimbas

soy hermano de millones

más millones de melenas

latitudes ciegas, paralelos mudos

como si en la tierra

fuéramos sólo uno

sin carreristas ni complacientes

ni el tufillo de la guerra

sin grises ni renunciantes

radicales humanistas

y más que nada de frente

como si todos fuéramos sólo uno

como si todos iguales en la escarcha de la mañana

un solo (y gordo) enemigo

quizás la bosta se fuera

si todos fuéramos iguales

hermanos hasta la esquina.

Dios, si así fuera.