VENTANA Y VIERNES

Tengo un agujero gris en el pecho

bajo los rulos se agitan duendes

mis manos frías golpean las teclas.

No puedo comprender en mi cuarto lleno

que las balas siguen, que los rayos y los truenos.

El mapa de luces en el vidrio

no trasluce de las luces el murmullo

del señor que sus días se acaban

bien abajo de la luz número uno

como alguna muchachita en su casa

no imagina que tras mi último punto

se esconde tu sonrisa en la playa,

un gorrión, un dolor, todo junto.