Un tiempo de celeste que, desvaídamente aún, se olvida
de sí...
y por él pareciera que mira
la recidiva
en lo que suele ser, debajo de las aguas, una eternidad de morir
que, cuanto más, ahilas...
Pero, acaso, no has advertido
que por las islas
es octubre, octubre, aunque ciertamente, ahora abisma
el confín,
si me lo permitieras, diría,
del deshora mismo...?
Y eso que, del imposible
casi, de su secreto, se deshace y se deshace, y por el sueño,
aún, de una bruma
de vidrio… ?
—Los pájaros, en efecto, dan en cernirlo
por ahí
pero no dividen
no, la palidez de desmemoria, ésa que enciela, y ubicuamente, todavía,
una ausencia como de lino...
Y en verdad no sé cuando, bien que sobre el filo
del mediodía,
un a modo de "visita"
la ilumina
de repente y la transparece en el río,
casi de seguido,
en nado de niña
que accede, en consecuencia, a su "aquí"
después de vacilar, en el descenso y a la vez en la subida
del minuto,
bajo la condenación de platino
a quemarla como tal o como, si se prefiere, falena, en el
hechizo
al blanco, ya, del cenit...
de sí...
y por él pareciera que mira
la recidiva
en lo que suele ser, debajo de las aguas, una eternidad de morir
que, cuanto más, ahilas...
Pero, acaso, no has advertido
que por las islas
es octubre, octubre, aunque ciertamente, ahora abisma
el confín,
si me lo permitieras, diría,
del deshora mismo...?
Y eso que, del imposible
casi, de su secreto, se deshace y se deshace, y por el sueño,
aún, de una bruma
de vidrio… ?
—Los pájaros, en efecto, dan en cernirlo
por ahí
pero no dividen
no, la palidez de desmemoria, ésa que enciela, y ubicuamente, todavía,
una ausencia como de lino...
Y en verdad no sé cuando, bien que sobre el filo
del mediodía,
un a modo de "visita"
la ilumina
de repente y la transparece en el río,
casi de seguido,
en nado de niña
que accede, en consecuencia, a su "aquí"
después de vacilar, en el descenso y a la vez en la subida
del minuto,
bajo la condenación de platino
a quemarla como tal o como, si se prefiere, falena, en el
hechizo
al blanco, ya, del cenit...