LOS PASOS DEL AMOR

 

CAMINARÁS ahora con un viento de música en los ojos, convocando tus amores,

las lunas de fuego sobre el trigo, el ramo de sed que cantaba su esplendor en

las llanuras del misterio.

Consumida por la fiebre que llena el espacio de frescos colores,

buscarán los amaneceres devolverte el temblor de las visiones

tendidas sobre tu corazón

con una guirnalda de trémula lejanía.

Ahora imagino que escuchas la sorda floración de la

belleza,

el hechizo de los largos silencios, el filtro de las pequeñas líneas fantasmales. . .

Y también imagino que guardas una casa donde el amor modula fervientes

idiomas que el deseo desgaja por tu piel

con alta y lejanísima persistencia.

Y esa clandestinidad, esa vacilación desgarradora

que la vida une y desune en tus ojos;

ese desvalijamiento festejador de primaveras, te quema la sangre, te estalla en

los labios

como una cantárida ceremonial,

te rapiña el extravío

con un viento irresistible,

y al fin, a lo largo de esas alucinantes maderas fundas el bosque indicador de

las secretas esperanzas.

No me engaño:

tu costumbre está aquí, en estas volvedoras corrientes que merodean

mi corazón como un viejo hormiguero abandonado.