MOTIVOS DE PEREGRINACIÓN

 

A Marta Gilbert

 

Tú y yo somos como plantas

en el universo de este sueño.

Sabemos que los besos comunican,

que la lluvia se ha desnudado

en aquel desierto contigo

mientras la soledad es un pálido

envoltorio quebrándose en el viento

del desierto. Como un bosque de resonancias,

el tiempo se consume abrazándose.

Pavor del enigma que hace más difícil

en los nuevos tributos que debo pagar.

Sólo el espíritu camina en los calendarios

del alma armado de ponzoñosa soledad.

No te preocupes, viajero. Dios te cuida.