Las criaturas iguales se buscan entre
las hojas de lluvia
persisten en el orgullo de los caracoles
y miran el festín en
redondas arquitecturas luminosas:
todos van tras sus iguales
(dice Confucio)
errantes tejedoras del alba
las parejas imperan en los cuerpos de
[las Icamiabas amazónicas,
(y juntas
se dejan transportar en los barcos perdidos en las ciénagas
en los llamados telefónicos en las fundaciones de los
continentes bajo el agua.
Buscan los trofeos en cavernas suntuosas
y salen como Judith con la cabeza cortada entre los dedos.
A veces entran en el subsuelo del planeta
por galería de helechos tentadores
o miran los avisos de la televisión
y con ojos desaforados evocan
las redes milagrosas donde se mecían
bajo los bananeros
en las desapariciones de los cuerpos amados.