CERONIO

    El virrey catalán que amaba a la señora Perichola, en la ciudad de Lima, obsequió a la parda Venus de sus amores con una pie­dra amuleto llamado ceronio. Los mercaderes que la vendieron la habían hallado nueve días después que chocaron dos rayos en la atmósfera y se encontraba con un trozo de meteorito a varias brazas dentro de la tierra. No sólo el ceronio es amuleto que trae suerte. Esta piedra, y lo dicen todos los alquimistas, ayuda a so­ñar con cosas amables.