Pasaron sobre mí
una bandada azul de golondrinas,
un ignoto puñado de gorriones
y una espumosa nube solitaria.
También se iba el río
en busca de algún mar desconocido.
Sólo yo me quedé
bajo la sombra lila
de los jacarandaes,
soñando inaccesibles horizontes
escamados de sol y lejanías.
Tal vez mañana
me vaya tras los vuelos afilados,
de la brumosa estela
de nubes silenciosas,
de la extraña aventura
de un río sin regreso
y me atreva a vivir como viajero,
la dulce angustia de las despedidas.
Tal vez mañana
quiera probar la fuerza de mis alas
en celajes distantes
y busque en el recinto de los sueños,
un puerto que me aguarde
con su boca repleta de navíos,
una playa dormida en sus arenas,
un sereno pinar,
una montaña,
un huerto con olor a limoneros.
Tal vez mañana
crea que es fácil arrancar raíces
y partir sin nostalgia.
Tal vez mañana... Tal vez mañana.
(de: "La Íntima palabra")