¡Escucha!, nos están rodeando de flores, todas las flores del Tala, batalla de más en más cerrada, repecharemos el Uruguay con la frente en las margaritas ¡escucha, escucha el colmenar solemne de los que llegan tarde, el arrancarse de las flores hacía el hondo!
El barco se ha dormido. ¡Escucha el menudeo del agua contra el reborde!, nos van las nubes esperando en el pontón, y abarca la luz los campos, la luz del aire hacia este fondo sin peces ni sin nubes.
No hemos dormido por esperar el día, llegamos.
Cierra los ojos, es el último azul, la isla, la isla y mariposas, la puerta, la van cerrando, se ha cerrado, dormida, entornada, vencida, convencida por las flores.
(De: El libro de las mariposas, Alción Editora, 2001)