Ayer en mi balcón había sólo plantas,
plantas combatiendo en su quietud
estoica, al frío.
Plantas tan quietas, y sólo alguna
que otra hojita seca.
Hoy, la pequeña flor me desconcierta,
me deja mal parada,
como si un equívoco llegara
o una digresión del tiempo,
un movimiento insospechado
en pleno julio,
tal vez una advertencia.
(De: 'Cada cual con su llave y en su noche', Nuevo hacer, Grupo Editor Latinoamericano, 2003)