A los monjes de la Santa Cruz por el don del arraigo
1.
Llueve en el parque del monasterio
y tres perros juegan en oraciones.
Bendición de Dios sobre la soledad
, y a lo lejos un racimo de uvas en sangre,
alimento de nuestra sed de cielo
2.
Entre bautizos y sepelios,
se nos desnuda la vida
frágil y fugaz:
como un bebé en brazos de una anciana
como un Enniñeser
en los ojos de una vagabunda
en los labios de una huérfana
3.
Rosas blancas inmolándose gotas
en una cruz de palo
rosacruces del presente,
virgen del desierto florecido.