AQUELLA VERDE CASA

La ciudad se desliza por el tiempo hacia el horizonte,

avanza entre arboles de papel y hojas vacías.

En las esquinas de aquella casa verde

sangra el silencio por los ladrillos,

a la noche, caen resecas palabras sobre la acera

y llena de voces los charcos .

En el jardín se asoman brotes de algunas voces,

mientras la bruma de gritos se enreda en el portón.

La puerta pintada de sentimientos ruge alborotada,

afónicas las ventanas grises ya no hablan,

lloran las persianas apagadas e indiferentes.

Una lluvia de opaca tristeza llena los vidrios,

y en el centro de la casa, aquella verde casa,

entre el piso negro y el techo carmín,

se levanta entre sus entrañas una sombra,

aquella sombra que dentro de mis ojos dejaste…